Nuestra Madre, nos dice en este mensaje que cada vez que llegue la tristeza a nuestro corazón y pensemos que estamos solos y abandonados que inmediatamente abramos nuestros corazones al Padre, que oremos y que creamos firmemente y entonces podremos sentir en nuestro corazón el amor, la ternura y la cercanía de Dios que siempre está con nosotros y que nunca nos abandona.