Nuestra Madre nos anima diciéndonos con ternura que santos son aquellos que aman sin medida al Padre Celestial, que lo aman por sobre todas las cosas , que lo ponen siempre en el primer lugar , que le dan las primeras horas de la mañana, que anhelan estar siempre cerca de él y continuamente piensan en él.
Nuestra Madre nos dice que nosotros también poder ser santos que ser santos depende de nosotros.