28 de agosto
Aguas tranquilas
Pastor Jon Enter
«Me lleva a arroyos de aguas tranquilas»(Salmo 23:2). Nuestro Buen Pastor, Jesús, promete que nos guiará junto a aguas tranquilas. El agua es necesaria para la vida. El cuerpo sólo puede aguantar unos días sin agua. Es esencial para la supervivencia de humanos y animales.
Las ovejas no sobrevivirían sin que su pastor las condujera al agua. Carecen de la capacidad de recordar dónde está su fuente de agua. Aunque una oveja oiga arroyos cerca, no puede encontrar las refrescantes aguas. Las ovejas se pierden fácilmente. Necesitan ser conducidas al agua. Si no, beberán cualquier cosa, incluso agua llena de heces y contaminantes asquerosos. Su búsqueda desesperada para saciar su sed las lleva al peligro.
¿Cuándo has estado tan sediento de plenitud y aceptación en la vida que has bebido el agua contaminada y envenenada de la tentación? No importa cómo respondas, no importa lo que hayas hecho, hay una verdad. Es porque actuaste como una oveja y te alejaste de tu Pastor. En Cristo tienes refrigerio. En él recibes el agua viva de su gracia que lava todo pecado y todo fracaso.
Cuando empieces a tener sed de aguas malsanas e impuras, date cuenta de que te has extraviado. Hay seguridad y pureza esperándote en Jesús. La asombrosa verdad de la gracia es que Cristo sabe que te has extraviado. Porque te ama, corre tras de ti. Te rescata. Te conduce junto a aguas tranquilas. Permanece cerca de Jesús, y serás refrescado continuamente.
Oración:
Señor, solo tú eres el manantial del agua viva y refrescante, pero debido a nuestra condición caída nos ponemos en el peligro de beber agua contaminada. Concédeme que sea afirmado y fortalecido en la verdadera fe para la vida eterna de tal manera que rechace el agua dañada, por Jesucristo tu Hijo. Amén.