15 de octubre
Ver lo invisible
Pastor Jon Enter
Las estrellas son magníficas. Cuando es una noche clara y nítida, con estrellas centelleantes que brillan intensamente, se vislumbra la inmensidad de la grandeza de Dios. En un día, sólo un período de 24 horas, Dios habló, y así fue. El universo era, es y sigue siendo.
Mira hacia arriba y observa la obra de Dios para ti. Mira hacia arriba y sabrás que Dios colocó cada estrella en su lugar, cada planeta en su existencia. Ves lo invisible. Oh, las estrellas son hermosamente visibles, pero tú no viste a Dios colocarlas en su lugar. Sin embargo, tu fe confía en que lo hizo. Ves lo invisible. Oh, el sol está inequívocamente presente, pero no fuiste testigo de cómo Dios lo encendía. Sin embargo, tu fe confía en que lo hizo. Ves lo invisible. Ves con ojos de fe las pinceladas de la mano amorosa de Dios en cada puesta de sol. Ves el poder invisible del todopoderoso cuando tus ojos se maravillan ante la creación.
Hay muchas ocasiones en las que no puedes ver cómo se resolverá la vida. El diablo susurra que Dios no es lo bastante poderoso o no está lo bastante presente para ayudar. «Los cielos proclaman la gloria de Dios; el firmamento revela la obra de sus manos»(Salmo 19:1). La creación declara que Dios es poderoso. Después de miles de años, la creación sigue equilibrada y proclama bellamente que Dios está presente. No estás solo. Si puso tanto cuidado en crear el cosmos e incluso las langostas, ¡cuánto más cuidado tiene en ti, a quien envió a su Hijo para salvarte!
Oración
Señor, es verdaderamente sorprendente y agradable contemplar las maravillas de tu Creación. En ella podemos percibir tu gran sabiduría, poder y santidad. No obstante no es fácil percibir tu gran bondad, a pesar de que siempre bendices las cosechas y multiplicas abundantemente los seres terrestres y marinos que nos sirven de sustento. El gran cuidado que pones en la Creación es testimonio del cuidado que tienes por nosotros que somos rebeldes a ti y tu palabra. Concédenos, por los méritos de Cristo, que seamos trasformados para apreciar debidamente tu amor y gran bondad hacia nosotros al enviar a tu hijo para nuestra Salvación, por Jesucristo. Amén.