Dicen que cuando te casas, también te casas con los amigos... pero, ¿qué pasa cuando esas amistades se convierten en un problema para la relación? Estas preguntas a continuación probablemente duelan un poco pero te ayudaran mucho a reflexionar:
Las amistades pueden ser una fuente de fortaleza y apoyo, pero si no se manejan con balance y tacto, pueden crear fricciones, malentendidos o incluso herir tu relación de manera permanente. Porque al final, no solo elegimos con quién compartimos la vida… si no también elegimos a quién dejamos entrar en ella.
Somos Ricardo y Alma; Esto es, Apertura.
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