Las tormentas de nuestra vida son realmente vientos de victoria enviados por Dios como respuesta a nuestras oraciones. Aquellas frustraciones que nos quebrantan y nos tiran al suelo son oportunidades para renovar nuestra esperanza y comenzar a ver el vaso rebosante en lugar de medio vacío.
• Dios renueva sus misericordias todos los días en nuestra vida
• Las frustraciones pueden quebrantarnos, pero son temporales
• Lo que parece una tormenta son realmente vientos de triunfo
• La lluvia oportuna simboliza la respuesta divina a nuestras oraciones
• Detrás de cada nube oscura ya viene nuestra bendición
• El Espíritu Santo es nuestro consolador y abogado defensor
• Estamos llamados a compartir por gracia lo que recibimos por gracia
• Debemos vivir alineados con la palabra divina, reconociendo que Él es la vid y nosotros los pámpanos
Te invito a que escudriñes las escrituras y eleves una oración al Padre, dándole gracias, pidiendo perdón por las ofensas cometidas y dispuesto a perdonar a otros también.
Paz...