Buena Tierra.
La mayoría de nosotros hemos estado en ese punto en el cual recibimos una palabra, oímos algo, sentimos algo, y somos lo suficientemente conscientes para saber que ha sido Dios quien ha hablado a nuestras vidas.
Y, como la vida se basa en decisiones, este caso no podía ser la excepción; en nuestras manos está la decisión de mantener esa palabra en nuestros corazones, o sencillamente desecharla o ignorarla.
En una ocasión, Jesús habló de la parábola del sembrador. En ella, Jesús hacía referencia a algunas de las actitudes más comunes de las personas al recibir el mensaje de salvación.
¿Con cuál actitud te sientes identificado?
¿Está siendo tu corazón un terreno fértil para que la palabra de Dios crezca y de fruto abundante?