Escucha - Aprende - Acepta.
Por muy raro que te parezca, escuchar es un arte.
Saber escuchar no es solo una actitud, sino que también es una habilidad que exige atención y ganas de comprender.
Cuando escuchas tienes la oportunidad de entender y aprender; aún incluso, de toda la información que llega a ti, sea buena o mala, puedes aprender. De lo malo, aprendes a no equivocarte y cometer el mismo error (pecado); y, de lo bueno, aprendes a hacer el bien y lo que es correcto... y todo esto, de la mano de Dios.