Identidad y Destino -IV Parte
¿Cuál es tu identidad?
¿Con qué te identificas?
En un mundo donde sobran movimientos y tendencias que fácilmente pueden llamar tu atención, al punto de sentirte parte o identificado con ellos, sin que tal vez te importe mucho su contenido, resultado o consecuencias; terminas identificándote y comprometiendo tu relación con Dios. Tu identidad debe ser Jesús, tu hermano mayor, tu maestro, tu SALVADOR, Él lo llena TODO. Con su presencia e identidad en tu vida, tu destino estará en sus manos y será el mejor que has podido soñar, imaginar, o planear.
En esta cuarta parte, hablamos del episodio en el cual Samuel (luego que Dios desecha a Saúl como rey), es enviado por Dios a ungir como rey a David (1 Samuel 16:1), y al ser ungido el Espíritu de Jehová vino sobre David (1 Samuel 16:13). De allí en adelante David jamás fue el mismo, él aprovechó bien el tiempo y elevó cada día más su relación con Dios, aprendió a ver la vida con una nueva identidad; esa que recibió al momento de ser ungido y lleno del Espíritu de Dios.
Entra a descubrir cómo se aplica a tu vida esta historia, porque si quieres vivir la vida de la mejor manera posible, debes mantener la identidad que te corresponde. David se nos presenta como un ejemplo de identidad que vive, habla, piensa, reacciona, decide, actúa y camina, de la manera correcta.
Tú eres hijo de Dios; tu identidad y tu destino es el reino de Dios en el cielo.
