Leímos y comentamos sobre los dos cimientos, ya que debe haber una concordancia en lo que hablamos y lo que hacemos.
Tomamos la lectura de parte de Malaquías 1:6 en adelante sobre el señorío de Dios, su honra, su temor y su obediencia.
Además de comprender que no es solo de ofrendar con fruto de labios, sino además que este fruto puede ser aceptado o no, dependiendo si es bueno o malo.
Por esta razón debemos dejar de menospreciar el nombre de Dios, según habla Malaquías 1:6-14.
📖 Lucas 6:46-49
📌 Los dos cimientos
(Mt. 7.24-27)
46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?
47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.
49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.