Salmo 144:1 Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;
Padre amado, según nos has explicado y enseñado, vivimos en una constante batalla y guerra espiritual, así que rogamos para que tú nos adiestres para todas estas batallas y guerras.
Rogamos que tú seas nuestra roca, y nuestro escudo.
Te pedimos que nos adiestres Padre mío, y así poder vencer sobre todo y ser libres en Cristo Jesús.
En el nombre de Jesús amén.