Amor.
¡Nosotros somos como un árbol y debemos dar buenos frutos!
Esto quiere decir que todo lo que hacemos, decimos y aún lo que pensamos, debe ser bueno y agradable a Dios; y, la única manera en la que podemos lograr esto es que Jesús viva en nuestro corazón, así el Espíritu Santo nos ayudará a dar Su Fruto, que es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, fidelidad, humildad y dominio propio…
Todas estas cosas deben crecer igualmente en nuestras vidas.
En este programa, estaremos hablando del AMOR. Pero no cualquier tipo de amor, sino del verdadero amor; el amor de Dios, de ese que está compuesto el Fruto del Espíritu Santo.