¡No Escondas Nada!
La opinión de Dios es la más importante. Él lo sabe todo, así que, si buscas hacer lo bueno delante de Él, todo lo demás estará bien…
Si te equivocas, fallas o pecas, ¡No escondas nada! Pídele perdón a Dios, y pídele perdón a las personas que hayas ofendido o dañado. Sé siempre sincero y obediente a Dios; porque eso, vale la pena. No seas como Acán, que por esconder su pecado trajo el mal al pueblo de Israel y finalmente su propia destrucción.