Esta es la historia de un pastor que tenía 100 ovejas. Cada mañana las llevaba a comer pastos y a tomar agua fresca, y por la tarde las regresaba al redil. Cada día el pastor contaba sus ovejas mientras entraban al redil. Pero un día, cuando iba a decir el número 100, ya no tenía más ovejas. Entonces el pastor dejó a las 99 ovejas en el redil y fue corriendo a buscar la que se le había perdido. Así que buscó y buscó, hasta que la encontró.
Jesús, el Hijo de Dios, narró esta historia para enseñarnos que nosotros somos como esa ovejita que se perdió.
La Biblia dice que estamos perdidos, separados de Dios. Que nuestros pecados nos alejan de Dios, así Jesús se preocupa por nosotros porque nos ama mucho, muchísimo; nos ama tanto, que para buscarnos, dio su vida por nosotros. Él dejó el cielo y vino a la tierra y murió en la cruz para salvarnos.