al comienzo, cuando se supo que Los Bunkers iban al Festival, no me dieron ganas de ir. ya había abandonado del todo las tocatas que durante varios años de mi vida fueron parte fundamental de mi vida social, después de esa desilusión con el disco nuevo y de darme cuenta que me sentía fuera de lugar en ese ambiente donde ya ni las canciones me hacían disfrutar como antes. Iba a verlo en la tele, observando todo y recordando a la distancia. Pero por esas cosas de la vida, una amigaza de la universidad motivó el plan de ir a vacilar igual a ese espectáculo imperdible que es el Festival de Viña. En el camino, comencé a darme cuenta que la mayoría de los seres maravillosos que conocí en esa etapa iban a estar también ahí, y al final todo se convirtió en una inesperada junta de “la vieja escuela bunkeriana”, esos fans que compartían con uno en los años donde estos penquistas eran casi indis =P
días después, vi el DVD que lanzaron hace unos meses. cuando lo lanzaron, no estaba preparada para verlo, pero ahora la paz en la que me encuentro me permitió verlo y que la nostalgia que sentía fuese recibida con una sonrisa y no con una lágrima. Me acordé de las viejas canciones, de lo mucho que ellas significaban para mí. Volví a ver cosas que en su momento me emocionaban y que no pensaba volver a ver, incluida esa niña que quería ser periodista en las fotos finales de los créditos del documental (la última me mató de la risa! ucha que me gustaba el Francis a mí =P)
pero yo sé que no saco nada con recordar. lo que pasó pasó y fue muy lindo, pero pasado está. Lamentablemente para mí, el camino que tomaron y que me desilusionó a su vez llenó de ilusiones a otros, de otra generación (que personalmente me carga) y les entregó el éxito que siempre buscaban. y en el fondo eso está muy bien, porque es su trabajo y porque también es bueno que yo supere etapas y siga adelante con mi vida. pero hay algo que nunca va a cambiar: siempre que escuche los Bunkers me voy a sentir de 20 años nuevamente, va a volver la Cecilia universitaria, la rancia, la ñoña, la grupie, la loser… todas están encerrada en esas canciones que a estas alturas son parte de mi vida como la memoria intacta de la etapa más linda y entretenida de mi vida, y que ahora, en la distancia y la tranquilidad de una nueva edad, volverá cuando decida cotidianamente apretar el infalible ►.
Los Bunkers - Mariposa
