cuando han cesado los enemigos del Señor de hacer sus preguntas capciosas y han callado ante las palabras de poder y sabiduría que han salido de su boca, el Señor se toma su tiempo para hacer una pregunta que nadie se atrevió responder ni mucho menos cuestionar, y luego en su enseñanza hizo una denuncia contra aquellos que debían conocer la respuesta a su pregunta pero estaban dedicados a otras cosas en lugar de atender el llamado de Dios a ver al Cristo en las Escrituras que se había hecho hombre