Cristo viene, es lo que estuvimos reflexionando en los versos inmediatamente anteriores de este capítulo. Su venida será visible y audible para todos. Para su pueblo será el momento de la consumación de su redención, pero para los incrédulos, el gran día de la ira y el juicio de Dios que ha sido dado por entero a Cristo. La venida de Cristo debe llenar de aliento y consuelo nuestros corazones