Ante una señal que le advierte de “peligro”, en una carretera estrecha al borde de un abismo, o en una zona de rejado eléctrico de alta tensión, o ante una etiqueta de un veneno, ¿usted qué actitud toma?, ¿presta atención a la señal tomando las precauciones del caso, u omite la advertencia?. Ante el tierno pero solemne llamado del Señor que dice “Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas” (Prov. 1:10), ¿qué hace?