En la vida hay tiempo para todo, hasta para la melancolía, que también nos puede proporcionar un mar de sensaciones. El otoño también tiene su encanto, es una estación maravillosa, que invita a la reflexión y nos conduce, junto con el invierno, a recargar las pilas para, cómo no, seguir disfrutando de la vida, en todos sus aspectos, y con todas sus aristas.