En Villa Viciosa los camaleones se han rebelado. Tomaron el color de la espuma y las espinas como armas. El cónsul de Isla Tiburón claudicó y se hinchó de aguardiente hasta olvidar su lengua. Los reptiles han propagado sus demandas involucrando a dunas y alimañas. Los escorpiones tomaron las ventanas de las casas, los espejos. El frufrú de las damas violentas inunda la noche contra el cascabel desde la arena. Villa Viciosa es un río sin cauce. El mes pasado, la histeria provocada por las tolvaneras, dirimió los salvajes encuentros de seda y cascabeles. La llegada de los indios verdes produjo el asombro que devino en un silencio de puntos suspendidos… Esa noche, los investigadores asaltamos la fonoteca de Villa Viciosa y recopilamos el registro sonoro de la revuelta. También se rescato un comunicado hecho por el comandante camaleón en turno que, azuzando (o eso parece) a los conjurados, parecía deponer las espinas y humos chirriantes, dejar los cascabeles y silbatos, el tronido espeluznante de las ramas y retomar su color de tierra. Aquí algo de lo rescatado. Instituto de Investigaciones Fonoinsurrectas en pie de lucha. Valle del Silencio. Julio 2008. Tracklist y textos en el próximo podcast. Para este se utilizaron textos del grupo estridentista de México escritos entre 1921-1935. La fotografía es de Tina Modotti