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Tema: Mi Casa
Texto: Salmos 84:4

Introducción:
Una de las primeras cosas que debemos entender y practicar para poder llevar una buena relación con Dios y con la iglesia es descubrir el rol que cumple la iglesia en mi vida.

O.T Veamos cómo nos beneficia habitar en la casa de Jehová.
1. Habitar en la casa del Señor produce amor por la casa del Señor. Salmos 69:9
a. La traducción lenguaje actual lo expresa de una manera maravillosa que quisiera compartirles.
“El amor que siento por tu templo me quema como un fuego; por eso me siento ofendido cuando te ofenden a ti”
b. Hay personas que dicen “Amo a Dios pero me caen mal los religiosos, los fariseos, no soporto la actitud de los hipócritas que están en las iglesias, etc”

2. Habitar en la casa del Señor trae bendición. Salmos 84:4
a. Que es afortunado y feliz.
b. Que goza de la felicidad plena que es concedida por Dios (en el cristianismo).
c. Goza usted de esa felicidad plena?

3. Habitar en la casa del Señor nos hace florecer. Salmos 92:12-13
a. El lugar donde Dios nos hace florecer es en la casa del Señor.
b. Las palmeras florecen en su mayoría 1 vez al año pero en condiciones favorables pueden llegar a 2 o 3 veces y tener millones de flores en cada etapa.
c. El florecer implica la posibilidad de dar fruto, de embellecer, en el caso de la palmera miles de abejas realizan la polinización a través de esta bella y maravillosa escena de la floración de la palmera.

4. Habitar en la casa del Señor nos hace crecer. Salmos 92:12
a. En mis años pastorales he escuchado la siguiente frase: “No necesito estar en una iglesia para estar bien con Dios”
b. El versículo 12 nos enseña que vamos a crecer tan grandes, tan fuertes, tan impetuosos como crecen los cedros en el Líbano. Es importante destacar que el Cedro es un árbol insignia en el Líbano precisamente por su imponencia y gran tamaño.
c. Dios compara nuestro crecimiento con el crecimiento del Cedro, pero condiciona ese crecimiento a un detalle que muy pocas veces denotamos. Leamos el versículo 13
d. “Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán”

5. Habitar en la casa del Señor trae vigor y fruto. Salmos 92:14
a. “Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos” Salmos 90:10
b. El salmista nos enseña que si estamos plantados en su casa habremos alcanzado la bendición de llegar a la vejez con vigor y dando fruto.
c. Siempre digo que las nuevas generaciones si no cambian el rumbo que llevan a los 50 habrá que sacarlos a asolear, pero la Biblia enseña que si aprendemos a estar en la Casa del Señor esta condición cambiara y la fuerza, vigor y fruto nos acompañaran aun en la vejez.
Conclusión
Aprendamos a amar la casa del Señor y sus beneficios. Como dice el Salmos 103.