Como siempre, retomamos el año nuevo con aires italianos de la mano de Alberto. Desde el sur trae una historia que habla de la gente honesta que es asesinada por defender cosas justas. Angelo Vassallo, el alcalde pescador, presidió el ayuntamiento de Pollica hasta que en 2010 la camorra acabó con su vida. Comprometido con el medio ambiente, revitalizó su pueblo y fue también uno de los primeros en proponer incluir la dieta mediterránea entre los Patrimonios Inmateriales de la humanidad. Desgraciadamente, se topó con el narcotráfico y los negocios sucios con los que nunca transigió. Vittorio Merlo le dedicó la sentida balada que hoy nos sirve para recordar a este hombre bueno.
"No hago milagros, no multiplico el pan
Todavía tengo hambre de justicia e igualdad"