Hoy en el Rollo, nos acompañan de nuevo las Mujeres de Negro para presentarnos sus actividades para el 2012 y la agenda que editan y les permite financiar sus acciones.
Por otra parte, hacemos recorrido por los primeros años del milenio que nos ha tocado vivir. En la ética para el nuevo milenio del Dalai lama, el maestro hace una distinción entre los actos éticos y los actos espirituales.
Los actos éticos son aquellos donde nos abstenemos de causar daño a la experiencia o expectativa de felicidad de los demás. Los actos espirituales son los que tienen las cualidades de amor, compasión, paciencia, perdón, humildad, tolerancia, etc., que presumen cierto nivel de preocupación por el bienestar de los demás. Es esta clase de actos la que provee felicidad tanto a nosotros como a los demás. La mayor parte de nuestra felicidad surge en el contexto de nuestra relación con los demás. El altruismo es un componente esencial que lleva a la felicidad genuina, duradera.
Algo que no se corresponde con nuestra realidad, con la realidad del mundo en el que vivimos.
Recordaréis cuándo en las postrimerías del 2000, toda clase de brujos, iluminados y seres de distinto pelaje se aventuraron a profetizar el fin de los días, la caída del mundo a las fauces de la nada. También se atrevieron a poner en entredicho esa incipiente aventura amorosa que empezábamos a mantener con los bites, sin darnos pié a la pasión, el período, como sabéis, más intenso y cortito.
La mañana del 1 de enero de 2000 abrimos los ojos con mucha precaución, y en lugar de encontranos con los abismos del infierno visualizamos de nuevo el despertador, la ropa arrumbada en el suelo, la cafetera expectante. Todo seguía igual, de momento.