¿Quién es el rey de todos los armoniquistas del blues de la posguerra en Chicago y otras ciudades? Sin duda alguna, el virtuoso Little Walter es quien ocupa ese lugar. Su embrujador sonido llevaron al órgano de boca a posibilidades que nunca fueron imaginadas por sus antecesores. Sus innovaciones con el instrumento fueron refrescantes, asombrosas y muy avanzadas para la época, con una sensibilidad muy cercana al jazz, sonando frente a las guitarras y ritmos de swing perfectamente encajados en esos pioneros intentos de Walter.