Más de mil seiscientos presos palestinos, entre los más de seis mil quinientos detenidos en cárceles de Israel, completan cerca de 40 días de huelga de hambre por la Libertad y la Dignidad. Durante este tiempo sólo han ingerido agua con sal tratando de preservar su salud. Reclaman que las autoridades de Tel Aviv pongan fin a la negación de las visitas familiares y de abogados, el derecho a la educación superior, al tratamiento médico adecuado, y se terminen los aislamientos y las detenciones administrativas, encarcelamientos sin cargos ni juicio indefinidamente renovable.