El sueño comenzaba un viernes 13 de 1963. Lejos de toda superstición, la americana Mary Kay Ash abría la primera tienda de cosméticos y productos para la mujer de venta directa bajo el lema ‘Hazle sentir importante’. Sin pretenderlo, y motivada por las circunstancias de la época, su fundadora creó un plan de marketing que motivó a miles de mujeres a ser dueñas de su propio negocio, a creer en sí mismas y a alcanzar el éxito sin ningún tipo de barreras. Una compañía que pronto traspasó fronteras y en la actualidad cuenta con 3.5 millones de consultoras de belleza repartidas por el globo, cuya filosofía está regida por la llamada Regla de Oro: trata a los demás como quieres que te traten a ti. Hoy hablamos con Gema Aznar, Directora General de Mary Kay en España.