En la década de los treinta, cuando el Formalismo Ruso llega a su fin, nace el New Criticism en Norteamérica. Sus autores comparten muchos postulados con el Formalismo Ruso, apostando por la crítica intrínseca para centrarse en el objeto literario en sí. Ahora bien, los new critics también muestran un interés por la realidad y por la verdad inusitado, lo que los convierte en una escuela que debe ser estudiada aparte.