“Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: !!Hosanna al Hijo de David! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor! !!Hosanna en las alturas! Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea” Mateo 21: 8-11
La traición es la deslealtad o la violación de la fidelidad. Creo que a nadie le gusta que lo traicionen. Si fuera posible tener una multitud de personas a las cuales se les hicieran dos preguntas, que serian:
1) ¿Usted ha sido traicionado?
2) ¿Usted ha traicionado a alguien?
Creo que todos en alguna manera responderían si a las dos preguntas. Pero qué tal si en este día, usted está sufriendo traición. Le puedo preguntar ¿Cómo se siente? O si la traición fue en el pasado mi pregunta sería ¿Cómo se sintió? Estoy seguro que no se sintió nada bien, y que los sentimientos de dolor, traición y tristeza posiblemente le embargaron su alma.
Aun así por más dolor, nada se compara con lo que sufrió nuestro Señor Jesucristo. Después de ser visto como el profeta, el enviado de Dios, el Salvador de la humanidad, que lo recibieron con júbilo, tendían sus mantos y hasta ramas de árboles para que pasara el Hijo de Dios. Después de eso, un hombre abrió la brecha de la traición, y a su vez muchos que en un principio lo aclamaron ahora estaban unidos en una conspiración para matarle.
Todo lo que sufrió nuestro Señor fue para que usted y yo pudiéramos estar con en Él en el Cielo por toda una eternidad. Si usted ha sufrido traición, debe de perdonar como lo hizo el Maestro cuando estaba colgado en el madero y dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Pero si usted fue la persona que produjo traición, es tiempo de arrepentirse y pedir perdón. Si lo hacemos de la mano de Cristo sea que seamos traicionados o traidores, es posible ser restaurados por nuestro Dios Todopoderoso.
Hoy te compartimos estos versículos:
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas” Salmo 126: 5-6
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