“El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos” Proverbios 16: 23-24
El amor, la misericordia, la paz y la justicia que no encontramos en el mundo, es la que sale siempre del Trono de Dios. Adán y Eva se relacionaban continuamente con el Creador de todas las cosas, ellos lo tenían todo, hasta que llegó la serpiente a ofrecer algo que no tenia, y hacerles creer que si seguían esas instrucciones iban a estar mejor. Todos sabemos el fin de la historia. Terminaron muy mal, expulsados del Paraíso. Las escrituras así lo dicen:
“Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida” Génesis 3: 23-24
Vivir independiente de Dios es vivir en esclavitud del mundo. Vivir en obediencia a Dios es vivir con libertad, bendición y siempre con la seguridad que Dios nos dará lo mejor.
