“Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie” Josué 1: 1-3
La promesa de Dios para Josué no fue una ilusión o fantasía, fue toda una realidad. Dios lo prometió, a Josué y el pueblo le correspondía creer. Esa promesa no llegó sola, Dios la dio con una orden: levántate y pasa este Jordán. Esa misma orden Dios la da en el tiempo presente que vivimos.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué 1: 9
