En Naturofenología gozamos de los múltiples y fascinantes usos de las luces naturales (reflejos del sol sobre el agua, el sol a través del follaje, la contemplación del cielo estrellado, etc.).
El ritmo lo inducen los elementos de la Naturaleza y la música. En efecto, el punto común de todas las iniciaciones naturalistas (chamanismo, druidismo, etc.) es la particularidad de
introducir ritmos transcendentales a través de diversos instrumentos musicales. Comprendemos por qué los músicos de los diferentes chamanismos planetarios desempeñan un importante papel en estas iniciaciones. Lo mismo ocurre con el bardo celta, músico y poeta, inductor de ritmos.
El Fosfenismo es un conjunto de técnicas iniciáticas de expansión intelectual y de la conciencia, y la Naturofenología la especialidad de aplicación de las mismas a la naturaleza.
Es evidente que la energía de los elementales, como la de las fuerzas de la Naturaleza y del Universo, está constituida por una sustancia sutil, análoga a la luz difusa (última fase del fosfeno) descrita por el Dr. Lefebure. Así, el conocimiento perfecto de nuestro sistema fénico nos permite comprender los procesos de organización de nuestro pensamiento y de nuestra energía, con el fin de conectarnos otra vez al alma de la Tierra, al Universo, y a los seres de luz.
Durante los cursos de Naturofenología se realizan diversos talleres: balanceos, rotaciones y hemicirconducción; también se aprende a descubrir el poder de la Naturaleza, su árbol maestro y su animal tótem, el del cosmos y los secretos de su buena estrella, y volver al contacto con su poder ancestral, clave y puerta de lo sagrado. La Naturofenología propone una aproximación muy pragmática para todos los que buscan e investigan procurando conocerse a ellos mismos y descubrir lo sagrado a través de la Naturaleza.
La Naturofenología, o chamanismo de luz, nos da así la posibilidad de armonizarnos con las múltiples fuerzas de luz que pueblan el Universo y de conectarnos al alma de la Tierra.
