Hay cosas buenas y malas dentro de un colectivo, organización empresarial o asociación de cualquier índole. De la misma manera que hay cosas malas y buena dentro de una dirección o presidencia.
Destacar lo bueno y malo es un ejercicio que obedece a la profesión periodística. En este editorial hemos criticado al presidente del Recre y a su consejo en diversos momentos de la pretemporada y temporada. Pero hoy, y como a cada cual hay que darle lo suyo, quisiera mostrar un aplauso al consejo por respetar al personal no deportivo que trabaja en la entidad. Porque sólo ha habido dos despedidos. He escrito muchas veces sobre la profesionalidad de taquilleras, administración, jefe de prensa, delegados de equipos…En definitiva, el personal no deportivo que jamás sale en prensa.
Cuando Pablo Comas aterriza en la entidad, la preocupación emergió en este personal del que hablo. El miedo al despido masivo era latente y así lo notaba en sus caras de preocupacion y en sus preguntas continuas que me efectuaban.
Habitualmente cuando un nuevo propietario llega a una empresa, mira, observa, y luego decide. Mucho de bueno tuvo que ver Comas y sus hombres de confianza, para confiar en este personal no deportivo para que sigan manteniendo sus puestos de trabajo.
Por ello, hoy bueno sería descartar este hecho por al agudizado sentido de la admiración que siento por esta gente como Montse, Ana, Cinta, Nardy, Perico, María del Mar, María José, Segovia, Raúl Molina, Pedraza…Personas humildes que hacen su trabajo con la profesionalidad que requiere el club.
Son malos tiempos para todos. Por esa razón y porque esta gente pueden conservar sus puestos de trabajo, lanzo un mensaje de agradecimiento a quien corresponda, porque cada mañana pueden acudir a sus puestos de trabajo cuando hace uno meses la incertidumbre agobió sus vidas.
