Corría el año de 1944. El torero de Córdoba, Manuel Rodríguez, “Manolete” se dirigía rumbo al pueblo de Linares a cumplir un compromiso. Viajando en su automóvil su mozo de estoques al volante, resultó atropellada una niñita. Manolete de inmediato la llevó al hospital más cercano. Se hizo responsable del accidente y pidió se le diese a la niña lastimada, la mayor atención médica posible.