Listen

Description

PUNTO 13 - BALUARTE DE SANT JORDI

Este fue el primer baluarte que se construyó de todo el recinto amurallado.

En la entrada os encontrareis una de las placas informativas de DaltVila. Sería muy interesante que la miraseis para poder visualizar la estructura arquitectónica de los baluartes y conocer cada una de sus partes.

La utilidad de los baluartes era puramente defensiva. Se trataba de una nueva construcción que se adaptaba a los nuevos tiempos de la artillería. Por este motivo también estaban dotados de casamatas.
A continuación podréis ver un ejemplo.
Acercaros al muro izquierdo, aquel que queda situado justo en frente del Baluarte de San Bernat. Si os asomáis un poco veris las casamatas de éste y las del baluarte de delante. Desde aquí se entiende su funcionalidad. Permitían a los soldados resguardarse de los ataques enemigos al mismo tiempo que abrían fuego cruzado en coordinación con los que estaban ubicados en el otro baluarte.

Ahora acércate al mirador.
(música)

Si miramos la vista, desde aquí veremos un cerro con tres molinos. Es conocido popularmente como “Es Puig des Molins”.
Se trata de la necrópolis fenicio púnica más importante del mundo.
El crecimiento de la ciudad de Ibiza ha borrado muchas de las huellas de este cementerio cartaginés. Pero al lado de los vivos se ha conservado el espacio que un día se reservó a los muertos.

Ignoramos las razones por las cuales las familias ricas de los púnicos y de los romanos se retiraban a Ibiza a pasar los últimos días de su vida. Una posibilidad podría ser la total ausencia de animales venenosos. Intentaron reproducir serpientes y escorpiones, pero morían: Por eso consideraron que la isla era mágica.

Ya sabéis que los primeros pobladores de nuestra isla fueron los fenicios y púnicos, Fundaron la ciudad como enclave comercial en el año 654 a.C.
En un principio se organiza alrededor de un pequeño puerto donde poder hacer escala., con un incipiente núcleo de almacenes y dependencias militares. Pero pronto empezó a tener una industria propia y próspera, hasta convertir Ibosim en una de las ciudades más pobladas de la época, contando, a principios del s. IV a.C., con una población de 4000 a 5000 habitantes.
La isla también fue víctima de las tres guerras púnicas de los romanos contra los cartagineses. Políticamente, en aquella época Ibosim disfrutaba de una gran autonomía respecto a la Metrópoli, Cartago, llegando incluso a acuñar moneda propia.

Hay unas tres mil tumbas. Se calcula que la zona de la necrópolis era un poco más extensa, pero la parte más baja del Puig des Molins ha sido edificada y se ha perdido una parte importante del yacimiento arqueológico. Con todo, la parte conservada es mayor que la perdida.

El Puig des Molins se empezó a utilizar como lugar de entierro hacia el siglo VII a.C., aunque la mayor parte de las tumbas pertenecen a los siglos V, IV y III a.C. Se siguió utilizando en época romana y posteriormente, pero cada vez de manera más esporádica. Finalmente, ya en época árabe, el “Puig des Molins ” no era el lugar habitual de entierro, sino que acabó siendo una zona de cultivo, lo mismo que ha sido hasta finales del s. XX; es por esto que está sembrado de olivos, almendros, y algarrobos. Actualmente la necrópolis también alberga el Museo Monográfico.

La creencia en el más allá y en la resurrección hizo que los púnicos enterrasen a sus muertos con diferentes objetos que debían servirles en la otra vida. La costumbre generaliza a partir de un cierto momento de enterrar en hipogeos, que son cámaras subterráneas excavadas en la roca ha permitido que muchos de aquellos objetos se conserven y nos aporten datos sobre aquella cultura. El Museo contiene un famoso busto de la Diosa Tanit, que se ha convertido en un símbolo representativo de la isla

Esta zona fue declarada primero Monumento Nacional, y después Patrimonio de la Humanidad.

La destrucción de Cartago por parte del ejercito romano comportó grandes cambios en la división de poderes en el Mediterráneo. La metrópoli llegó a ser ciudad federada de Roma., aunque siguió conservando su autonomía legislativa, económica y religiosa. Fuera de la ciudad, la población continuó siendo esencialmente la misma , por lo que el proceso de romanización fue lento.

La dominación romana supuso para Ibiza seis siglos de paz y prosperidad, con épocas mejores y otras de crisis, pero sin sobresaltos y con estabilidad.

>>
Bajemos ahora un poco más, hasta encontrar unos restos a mano derecha.