Fue a finales de mayo pasado, cuando el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo a la prensa que el prestigio ganado por Cuba ante el mundo era innegable y transcurría pese a hechos hostiles y las innobles sanciones de Estados Unidos contra la isla. Horas antes de partir hacia La Habana, el ministro de exteriores insistió en formular que la política de bloqueo y la aplicación del capítulo III de la ley Helms-Burton, vuelven a demostrar que Washington "no respeta el derecho internacional y trata de aplicar sus propias leyes en todo el mundo" pero esaes una política que carece de perspectiva y tanto esa postura, como las asumidas hacia varios países, concluirán golpeando a sus promotores. Comenta la periodista Elsa Claro, de Radio Progreso.