Los pensamientos crean un mundo en nuestro interior y catalizan sentimientos y emociones. ¿Recuerdas la última vez que te has molestado con alguien? Seguro que si piensas en lo que sucedió y revives esa situación en tu mente, con tus pensamientos, en poco tiempo, empezarás a sentirte de la misma manera que cuando ocurrió. Realmente, tal es el poder de nuestros pensamientos, los pensamientos crean mundos... Y tú, ¿en qué mundo quieres vivir? Por ello, aprender la habilidad de disociarnos de nuestro diálogo mental, es un paso fundamental para poder meditar.
