El silencio es muy potente, no estamos acostumbrados porque en nuestra vida hay mucho ruido, mucha prisa, mucha agitación.
Cuando haces un silencio intensivo, todo se para, tu cuerpo se para, tu metabolismo se para y en ese descanso surgen atisbos de realidad, de verdad intensa y desnuda sobre una misma, sobre el sentido de tu vida, sobre tus relaciones…..lo que yo hago, es acercarme a ellas con amabilidad, dejándome sentir lo que me traen para aprender y valorar más la vida.
En la rutina diaria, estamos tan centrados en el Hacer que nos olvidamos de Sentir y sobre todo de SER. En los retiros, el SER aparece fuerte y poderoso y entonces, te das cuenta de que respiras, de cómo respiras, de cómo caminas, de los colores, de las sensaciones de tu cuerpo al tomar una infusión caliente, sorbito tras sorbito, del frío cuando sales a dar un paseo meditativo, de como el aire acaricia tu cuerpo.
No hay nada que hacer, ningún lugar a donde ir, tan solo SER.