Extracto de una conferencia que forma parte del curso "La Astrología como ciencia oculta - Oscar Adler".
El sol de medianoche, el sol negro. No este sol ilusorio, de claridades que son sólo aparentes, donde no hay sitio para el alma, sino el terreno del alma. El gnóstico, como veremos en algunos textos, habla del exilio, no sólo de una situación penosa, que lo es, puesto que se nota que no estás en casa. El pueblo de Israel es un pueblo en el exilio. ¿De qué habla la Biblia?, la Biblia habla de estar en exilio, de buscar la tierra prometida.
El problema es creer que la tierra prometida está en la geografía terrestre, cartográfica, que vivida como sola realidad es el exilio. Que la tierra prometida es exotérica. Que el exilio es estar ahí afuera. ¿Cómo va a estar la tierra prometida en el exilio?
Cuando se sabe que se está en el exilio, ay, que tremendo dolor, no se puede ser como los demás. Como los demás que creen que están en casa, y están perdidos, ni siquiera saben que están fuera. Aquel que lo sabe es un extraño con sus semejantes, sólo reconoce al otro exiliado, aquel que sabe que está exiliado. No puede jugar al juego de esa mayoría. Pero todos estos son peligrosos, porque quieren obligarte de jugar al juego, tienen sus policías, sus reglas, son enemigos. Por lo tanto has de vivir de incógnito el exilio.
Qué dolor, pero qué orgullo! porque eres aquel que no has olvidado su linaje, qué bonitas esas imágenes.