La mente del ser humano es muy compleja, y la de la mujer más aún jaja es un chiste. Hay un mito que dice eso, la realidad es que, si bien somos diferentes, todos somos complejos.
Dios siempre nos pide cosas simples. Los que en realidad complicamos las cosas somos nosotros.
Hay grandes milagros de la Biblia, que requirieron acciones sencillas y concretas. Son muchos ejemplos, escríbeme si quieres que te cuente algunos.
Una de las causas por las cuales esto sucede es porque le damos lugar a la duda, a la suposición y al orgullo.
La serpiente, en el huerto del Edén, puso en duda las palabras de Dios. Ellos supusieron que no pasaría nada con desobedecer, creyendo una mentira, orgullosos de su libertad para elegir, y pensando que asi serían como Dios.
Procura ser fiel en lo poco, creyendo sus promesas. Obediente a lo que si sabes, lo que tu conciencia aun de noche te enseña, y se humilde para recibir guia y dirección.
No te compliques. Cree. A los que aman a Dios, todo ayuda a bien(Rom 8:28). El sabe que sus pensamientos para vos buscan que tengas un futuro y una esperanza. (Jer 29:11)