Las Ferias no tienen por qué desaparecer si las corridas de Toros son abolidas.
Somos capaces de atraer turistas con verdaderas representaciones artísticas, que nos enorgullezcan y no nos rebajen.
El Progreso nos empuja a ser más racionales y a sensibilizarnos.
Las corridas de toros representan un pasado vergonzoso para nuestra humanidad. ¡Olvídalas!