La política nacional se detuvo ante la desaparición de el retoño de Raquel Argandoña, Nano Calderón, el que cual vulgar hampón, en un intento de rajarle el paño a su padre, le cortó la mano.
Todo eso mientras el mundo se mantiene atento a la vacuna rusa, la cual tiene más apariencia de panfleto que de cura verdadera.
Mientras tanto, en la barricada seguimos el confinamiento y para pasar el rato, TENEMOS CONCURSO!!!
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