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Cuarenta y cuatro días confinando, para ver lo que tuvimos que ver ayer.

Definitivamente somos gilipollas, y nos merecemos la mierda que tenemos, los gobiernos que tenemos y la ruina que tendremos.

Mucho tiempo llevamos cargando la culpa contra políticos y gobernantes, que por supuesto que la tienen, pero en igual o tanta medida como nosotros los ciudadanos. Y es que en el fondo tenemos los políticos que nos merecemos.

Ayer por la tarde, qué a los perros y dos madres charlaban animosamente a menos de 50 cm de un careto a otro y sin mascarillas ¡¡¡ No lo podía creer, bueno será la excepción de este pueblo en que me ha tocado vivir.

Pero el estupor me llenó de asombro cuando al ver en los telediario, redes sociales, youtube, aquel espectáculo dantesco de padres liberados de su cautiverio sin mascarillas en plenas reuniones sociales, como si en este estrafalario país no hubiera habido más muertes que en ningún lugar de otro planeta. Niños jugando sin mantener ningún tipo de distancia de seguridad, jugando al fútbol, niños tirados en el suelo, no daba crédito.

Imaginaros que deben de pensar aquellos que tienen sus negocios cerrados, que día a día ven como se arruinan, mientras un puñados de payasos, sacan a sus proles a airearlos y de paso propagar el virus deshacer los avances que tanta sangre sudor y lágrimas nos ha costado conseguir.

Imaginen que deben de pensar aquellos que no han podido acudir al funeral de sus familiares al ver ahora este dantesco atentado llamado desescalado.

Imaginen la cara de cientos de miles de personas que llevan sin salir más de 40 días (me incluyo entre ellos) respetando en la desesperación de sus casas, nosotros también estamos cansado, de manera escrupulosa el obligado confinamiento.

Y es que eso de respetar las normas, no va con nosotros, vivimos en una cultura que piensa que es más listo el que más defrauda, el que piensa que es más listo porque se la ha colado al seguro, el que más trapichea, y es que las normas no van con nosotros, eso es para los tontos….

Pero en esta ocasión, ya no se trata de tontos o listos, de trapicheo chulesco, del no respetar las leyes con la complacencia irresponsable y el concubinato de la plebe, ni de la pícara sonrisa que nos infla el ego de “yo soy el puto amo” Ahora no, ahora se trata de la vida o de la muerte, del futuro o de la ruina que nos espera.

Tan incompetentes somos de no prever las terribles y trágicas consecuencias que nos esperan. No no es suficiente con ver que tenemos las cifras más altas de fallecidos, las cifras más altas de contagiados. El país con un confinamiento más largo y restrictivo, y que además nos esperan las cifras más altas de de paro, de desgracias conocidas y por conocer.

Porque no obligan y condenan a esta gentuza irresponsable a leer e informarse de como en países del entorno más cercano, la ciudadanía se responsabiliza tomando las lógicas medidas de distanciamiento social para así hacerles ver si es posible evitar la temida “Segunda Ola”. No os vendría de más saber que la segunda ola de la gripe española, fue muchísimo más letal que la primera.

Pero visto lo visto, me temo que seremos el país donde el confinamiento dure más que en ningún otro lugar, donde habrá más muertes que en ningún otro lugar de mundo, más paro que en ningún otro lugar del mundo, y todo ello gracias a nuestra chulesca irresponsabilidad tendente al triunfalismo fácil carente de sentido común.

Hace unos días un escandaloso Twit del Director de la Cámara de Comercio de Barcelona decía: “España es paro y muerte”

Por favor no les demos la razón, seamos responsables, aún no está todo perdido.