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Me salí
Fuera de contexto
Practicar
No te hace perfecto
Poner un disco eterno y moverme tornasol
Un espíritu
A veces seguro
Otras veces incierto
Quiero descubrir
Por que este deseo crece
Entre los dos
Pasa un meridiano
Latitud
De vidas paralelas
Abrir a soda stereo
Crear la dimensión
Sin disimular
Me voy desnudando
Con cada sonido
Alta fidelidad
Cuando este deseo crece
Un espíritu
A veces seguro
Otras veces incierto
Vengo a descubrir
Porque este deseo crece

Carmen Calvo

Y es que no hay cabida para la belleza, para la inteligencia, para la sensatez. Qué profundo hartazgo me producen, no se porqué ni siquiera los menciono.
Yo no me tomaría ni una cerveza con gente así.

Un político no debe especular, las conversaciones de cuñaos, de barra de bar, dejádlas para eso. Alguien dijo una vez “se os pondrían los pelos como escarpias, si pudierais escuchar las conversaciones de esta gente a la salida del congreso” y lo creo…

Donde no cabe un tonto más, cabe un inculto más, y por supuesto un irresponsable. Irresponsables que se meten en el bolsillo 10.000 pavos mensuales, sueldos que merecen los científicos que se tuvieron que exiliar, que copan las universidades extranjeras que trabajan en El Monte Sinaí de Nueva York, élites relegadas a la miseria salarial en su país, vosotros pensáis que sois mejores que ellos; pues creo que sí que lo pensáis, si no pensarías si ese sueldo está justificado.

Vuestros cerebros si que están alineados en una misma latitud, la misma latitud a la que se refería otra ministra “Teresa Ribera” cuando afirmaba que "Portugal paró antes. Venía del este y ellos están un poco más al oeste y entonces pudieron parar un poco antes",

La misma latitud cerebral donde no hay Este ni Oste, ni Sur y ni mucho menos NORTE. No se si es que han perdido el Norte, o que nunca la han tenido, o que es un intento deliberado de subestimarnos, que no tomarnos por gilipollas. O que su soberana estupidez les impide dar más de sí (y además debemos pagarles)

SODA PRIMAVERA CERO

Autoestima 10, autocrítica 0 el partido de esta primavera ganado por goleada.

En esta primavera lo que no he parado de sentir es Vergüenza ajena, vergüenza ajena de los políticos,
Puede que lo hagan para distraernos del confinamiento, lo cuál sería de agradecer y tendría más sentido.

Puede que lo hagan porque les pasa siempre: sea la crisis que sea, algunos políticos acaban siendo protagonistas y esclavos de sus palabras.

La pandemia del coronavirus está dejando declaraciones políticas imperecederas e intervenciones que dan un poco de vergüenza ajena.

“El Gobierno se está parapetando en la ciencia para gestionar la crisis” - Casado

“Esos malditos virus chinos”, seguro que inspirado por Trump - Ortega Smith

“Estoy convencida que lleva mas tiempo en España, porque la conexión con China es directa, no tenemos una sola goma de pelo que no sea MADE IN CHINA” - Ayuso

“La presencia de la UME en Cataluña va de exhibición militarista y no de ayudar en una emergencia “- Dirigentes independentistas

Cómo veis declaraciones absurdas a un lado y otro del arco político.

Decía el escritor checo Frank Kafka: “Es sólo por su estupidez que algunos pueden estar tan seguros de sí mismos”. Y continuando con las máximas, el periodista Antonio Casado determinaba: "La idiotez, como el virus, no tiene fronteras. Sólo los tontos se empeñan en trazarlas".

Fronteras físicas, territoriales, y por supuesto fronteras ideológicas, de clase social y de cualquier otra índole que ponga de manifiesto el yo frente al nosotros.

SODA ESTEREO DEJA VU

Es un permanente DEJA VU, del que dicen que es una falla en el cerebro, algo así como un error en Matrix, y me gustaría pensar que así fuera, pero me temo que este “Esto ya lo he vivido” es una condena que se nos ha impuesto a este país, pues perdura por los siglos de los siglos, mirad hacia atrás en la historia y lo veréis, para ello os recomiendo la “Historia de España contada para Escépticos” del maestro Juan Eslava Galán, que cuenta sin pelos en la lengua desde la prehistoria de este país denominado i-shepham-im es decir: «el país de los conejos», de la palabra shapán, «conejo» hasta nuestros días.

Y leo de su libro, porque es tan clarificar; por qué gente cómo tu Juan no estáis ahí gobernado desde vuestra profunda e ilustrada sabiduría, en fin… dice así.

Ni el león, ni el águila: durante mucho tiempo el humilde, evocador y eufemístico conejo fue el animal simbólico de España, su tótem peludo, escarbador e inquieto. El conejo se acuñaba en las monedas y aparecía en las alusiones más o menos poéticas, la «ca- niculosa Celtiberia», como la llama Catulo (Carmen, 37,18), es decir, la conejera, España la de los buenos conejos. ¿Me siguen?3
No era el simpático lagomorfo el único bicho que abundaba por estos pagos. Los griegos también llamaron a la Península Ophioússa, que significa «tierra de serpientes». No obstante, para no espantar al turismo, prefirieron olvidarse de este nombrecito y adoptar el de Iberia, es decir, la «tierra del río Íber» (por un ria- chuelo de la provincia de Huelva, probablemente el río Piedras, al que luego destronó el Ebro, que también se llamó Íber). Sin embargo, el nombre que más arraigó fue el fenicio, el de los co- nejos, adaptado por los romanos en sus formas Hispania y Spa- nia. De esta última procede España, bellísimo nombre que du- rante mucho tiempo solo tuvo connotaciones geográficas, no políticas. Por eso el gran escritor luso Camões no tiene inconve- niente en llamar a los portugueses «gente fortissima de Espanha».