Listen

Description

Estamos en Detroit a finales de los años 60, por sus calles y bares pulula una especie de Bob Dylan de origen mexicano tocando en una sal de conciertos de espaldas al público. canta contra las injusticias, contra el racismo y contra la desigualdad social.

El músico en cuestión es en realidad un albañil al que no la idea grabar discos y la fama no le apasiona especialmente. Casualmente dos cazatalentos del sello Sussex Records estaban allí ese día y tras varias conversaciones logran convencerlo para que músico grabe dos discos que resultan un fracaso brutal tanto de crítica.

Sussex Records despide al artista a partir de ese momento parece que al músico se lo traga la tierra, el rumor se da por cierto, según el cuál el cantante se habría quitado la vida en mitad de un concierto; un rumor que acrecentaría la leyenda de Sixto Rodríguez…

No se suele hablar de Detroit, ni tampoco de las otras ciudades de otros países que tienen parecidos problemas. Los que viven sin dinero, privados de sus derechos, sin poder alguno pocas veces encuentran su relato. Sixto Rodríguez, hijo de un inmigrante mejicano, se convirtió, en los garitos de esa ciudad, en la clase de rareza musical cuyo éxito, que parecía inminente, no terminó de llegar.

"Porque he perdido mi trabajo / dos semanas antes de navidad / y busqué a Jesús en una alcantarilla / y el Papa dijo que ése no era su jodido asunto".

Oímos la preciosa voz de Rodríguez y oímos una canción que no es solamente sobre él o sobre un deseo. Es sobre la desesperación, es sobre las voces que no dejan de existir aunque dejen de oírse. Su poesía y sus discos son hondos, dotados de la belleza de quien ha encontrado una manera de explicarse a sí mismo y al mundo, a la parte del mundo que le ha tocado ver y entender. Es el mundo en el que

"el beso más hermoso que obtuve / es el que nunca he saboreado".

Esta canción profética "Porque he perdido mi trabajo / dos semanas antes de navidad”, fue la última que el músico grabó en su vida antes de darle por desaparecido.

La historia está llena de capas y de matices.: quienes eran los pobres, qué pasa con todos los que no triunfan, y se interroga y también nos interroga a nosotros. Nos preguntamos entonces si todas las canciones olvidadas son canciones merecedoras de ese olvido, si somos dueños de las cosas que ya no se recuerdan.

Mientras la figura del artista se perdía en el olvido, una grabación pirata encontrada en la Sudáfrica del apartheid se fue convirtiendo en un fenómeno. A partir de esa grabación los discos de Rodriguez se reeditan.

Esos discos que fracasaron estrepitosamente en EEUU, fueron un éxito sin precedentes en Sudáfrica , compitiendo con Dylan y hasta los mismísimos Rollin Stone.

Sixto Rodriguez es una leyenda, su música formaba parte de la banda sonara de los Sudafricanos durante la lucha contra el Apartheid. Sin embargo en Sudáfrica nadie sabía nada de el.

Y es aquí cuando comienza el rastro de su búsqueda, la incursión en una historia detectives para encontrar al mito en Sudáfrica, al albañil fracasado en su país. Dos fans sudafricanos se empeñan en averiguar qué pasó realmente con el.

La película documental, del malogrado Malik Bendjelloul ganó un OSCAR de la Academia, de impresionante guión, ritmo narrativo y alcanzando un climax sublimemente emocional.

Y es que 'Searching for sugar man' es para mí la mejor película documental, que he visto en mucho tiempo, y su secreto es contar una historia genuinamente original y bella sin recurrir al sentimentalismo obvio.

El significado de las canciones de Rodríguez, la censura, el funcionamiento de la cruel industria de la música y el marketing, trascienden más allá de la pantalla y nos hacen reflexionar sobre la música y en qué se ha convertido.

Porque esta historia habla de dignidad, de resistencia, de la esperanza, de la inspiración y el poder de la música.