1 *Dichoso el *hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los *blasfemos,
2 sino que en la *ley del SEÑOR se deleita,
y día y noche medita en ella.
3 Es como el árbol
plantado a la orilla de un río
que, cuando llega su tiempo, da fruto
y sus hojas jamás se marchitan.
¡Todo cuanto hace prospera!
Comentario bíblico
Vv. 1—3. Meditar en la palabra de Dios es discurrir con nosotros mismos acerca de las grandes cosas en ella contenidas, con una íntima aplicación de la mente y concentración en el pensar. Debemos referirnos constantemente a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo; y hemos de tenerla en nuestros pensamientos noche y día. Con este propósito no hay momento que no sea oportuno.
Pista Audio Instrumental Jonathan Neal, Budapest Strings
Pista AudioBiblia: © 2005 Audio Biblia NVI. Zondervan.