Miguel Hidalgo y Costilla es conocido como El Padre de la Patria. Como sabemos, fue él quien dio el grito en Dolores, Hidalgo e inició el movimiento de la Independencia de México. Aparece en los billetes de mil pesos e incluso tenemos un estado, una alcaldía y una estación del metro en la CDMX, innumerables calles, colonias y escuelas con su nombre. Pero ¿realmente sabemos quién fue? Aquí te contamos una breve semblanza de este emblemático personaje de nuestra historia.
TESTIMONIO DE EUGENIO AGUIRRE:
“La historia no oficial, es decir, para los que estudiamos a nuestros héroes, sabemos que Miguel Hidalgo no era un sacerdote fiel, que tenía más de una amante y por lo menos cinco hijos, que también permitió que se cometieran -y él mismo cometió- crímenes atroces; que disfrutaba matar con saña a sus enemigos; que se enemistó con sus aliados y que más de una vez olvidó que su causa era la Independencia de México.
Miguel Hidalgo era un hombre de mucha luz, es cierto, muy divertido, amante del teatro, culto, sensible a los problemas sociales, brillante, pero también un ser humano con conflictos, internos, depresiones y caídas, pero de ninguna manera es la imagen oficial del héroe "viejito y bonachón".
Lo cierto es que Hidalgo era un hombre acaudalado que, como muchos, se vio afectado por las ambiciones de la Corona española que, con "impuestos absurdos" los despojaba de sus riquezas. Hidalgo nunca buscó la conspiración, nunca buscó la lucha insurgente, sino que fue la conspiración quien lo buscó y fueron por él, porque era un personaje querido por todos los estratos sociales. Pensaron que podría traer a la causa a los hombres ricos y poderosos de la Nueva España que podían dar dinero y ejércitos que habían formado en sus haciendas".
Eugenio Aguirre: Narrador, ensayista y guionista de cine. Estudió derecho y obtuvo la maestría en Literatura en la UNAM, dedicó años de investigación para realizar la película “Hidalgo, la historia jamás contada”.
BREVE SEMBLANZA
Conocido como el Padre de la Patria por iniciar la Guerra de Independencia, Miguel Hidalgo y Costilla nació en la Hacienda San Diego de Corralejo, actual municipio de Pénjamo, Guanajuato, el 8 de mayo de 1753. Al ser criollo, es decir acaudalado, pudo estudiar la carrera sacerdotal en el Clero Regular, por lo que llegó a ocupar el cargo de Cura del poblado de Dolores (Guanajuato).
Hidalgo, al igual que otros criollos y mestizos de estas tierras, comenzaron a cuestionar a las autoridades españolas debido a la situación que se vivía en la Nueva España. Por tal motivo, se organizaron conspiraciones en contra del gobierno virreinal, siendo Hidalgo partícipe de ellas. Al ser descubierta la conspiración en la que participaba, la madrugada del domingo 16 de septiembre de 1810, al repique de la campana de la Iglesia de Dolores, Hidalgo llamó a los pobladores para luchar contra el mal gobierno y a terminar con el dominio español, con este acto dio inicio la Guerra de Independencia.
BATALLAS IMPORTANTES
La campaña de Miguel Hidalgo marcó el inicio de los movimientos insurgentes por el territorio mexicano. En esta primera etapa se dieron algunas batallas que serían muy importantes para el desarrollo del proceso independentista:
BATALLA DEL MONTE DE LAS CRUCES: Esta batalla tuvo lugar en el Monte de las Cruces, ubicado en el municipio de Ocoyoacac, Estado de México, el 30 de octubre de 1810. Este fue uno de los primeros enfrentamientos entre las tropas insurgentes comandadas por Hidalgo e Ignacio Allende contra las tropas leales al imperio español, dirigidas por Torcuato Trujillo. Este militar había obtenido grandes éxitos en el campo de batalla defendiendo la corona, aun así, fue derrotado por los más de 80.000 insurgentes que consiguieron además un importante botín en armas. A pesar de haber ganado, por razones estratégicas, los insurgentes no tomaron la ciudad de México y decidieron retirarse al Bajío.
BATALLA DE ACULCO:Fue una batalla que tuvo lugar tras la victoria de los insurgentes en el Monte de las Cruces. Las tropas de Hidalgo y Allende se vieron las caras con el ejército realista en una colina cercana a la población de Aculco, estado de México. El resultado de la batalla no fue el mejor para los insurgentes. Las tropas de Hidalgo y Allende no solo se vieron obligadas a retirarse a causa del fuego de artillería realista, sino que también perdieron numerosos víveres, armas y más de 200 hombres murieron y otros 600 fueron hechos prisioneros. Esta derrota comenzó a marcar las tensiones y desacuerdos entre Hidalgo y Allende, ya que desde algunos sectores de la insurgencia no entendían que Hidalgo hubieses decidido no tomar Ciudad de México.
BATALLA DE PUENTE DE CALDERÓN:Es la batalla que marca el final de la primera parte de la guerra. En esta contienda estaba en juego la posesión del Puente de Calderón, un importante punto de acceso a la ciudad de Guadalajara. El resultado de la lucha fue que las tropas de Hidalgo (unos 100.000 hombres, la mayoría desarmados y casi sin provisiones) fueron vencidas por las tropas realistas (60.000 hombres).
A pesar de los logros obtenidos, la disciplina y correcta conducción de las tropas del Ejército Virreinal ocasionaron que el bando insurgente fuera derrotado en diversas ocasiones. Esto provocó que el movimiento independentista se dividiera e Hidalgo avanzara hacia el norte, sin embargo, una traición frenó el movimiento.
LA TRAICIÓN.
El 21 de marzo de 1811 en las cercanías de Monclova, Coahuila, en el paraje denominado Acatita o Norias de Baján, las fuerzas insurgentes comandadas por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Abasolo y José Mariano Jiménez, esperaban ser recibidos amigablemente por Ignacio Elizondo, quien los sorprendió y traicionó. Elizondo estaba resentido con Ignacio Allende porque no le había dado el nombramiento de teniente general de su ejército, está acción sirvió para que a cambio de “copiosos frutos”, que le ofreció la corona virreinal, planeara y ejecutara la traición.
A los 58 años de edad, Hidalgo fue procesado por leyes civiles y religiosas, donde fue acusado de rebelión y de herejía; una vez que se le excomulgó fue condenado a morir fusilado, suceso que tuvo lugar el 30 de julio de 1811.
Antes de que llegase el momento de ser ejecutado, Hidalgo se confesó y solicitó que no le vendaran los ojos ni le dispararan por la espalda (como era la usanza al fusilar a los traidores). Pidió que le dispararan a su mano derecha, que puso sobre el corazón del lado izquierdo. Hubo necesidad de dos descargas de fusilería y dos tiros de gracia disparados a quemarropa contra su corazón para acabar con su vida, tras lo cual un comandante tarahumara, de apellido Salcedo, le cortó la cabeza de un solo tajo con un machete, por ello recibió como premio veinte reales.
SUS RESTOS MORTUORIOS
Posteriormente, su cuerpo fue enterrado en la capilla de San Antonio del templo de San Francisco de Asís, en la misma ciudad de Chihuahua, y su cabeza fue enviada a Guanajuato y colocada en la Alhóndiga de Granaditas, en cada esquina y dentro de una jaula de hierro, junto a las de Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez, en donde permaneció por diez años.
En 1821 su cuerpo fue exhumado en Chihuahua y, junto con su cabeza, se le enterró en el Altar de los Reyes, de la catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Finalmente, desde 1925 reposa en el Ángel de la Independencia, en la capital mexicana. ¡Descanse en paz el cura libertador!
Referencias
https://www.milenio.com/cultura/miguel-hidalgo-y-costilla-quien-fue-el-padre-de-la-patria
http://www.elem.mx/autor/datos/17
https://politica.expansion.mx/bicentenario
Créditos del audio
Guion: Área Creativa del CECOM (Centro de Comunicación)
Locución: Claudia I. Carbajal Torres, José Cortez, Juan Manuel Guzmán.
Corrección de estilo: Xchel Aurora Pérez P.- Aurora Palafox León,
Logística en redes y apoyo técnico: Jairo León Perez Palafox.
Realización: Juan Manuel Pérez Guzmán para radio UJAT 107.3 F. M. de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.