“Se necesita valor para negar a un pueblo entero; pero es necesario a veces contrariar su voluntad para servirlo mejor. Toca a sus representantes ilustrarlo y dirigirlo sobre sus intereses, o ser responsable de su debilidad. Al pueblo se le ha de conducir, no obedecer”.
Fray Servando Teresa de Mier
BREVE BIOGRAFÍA
Servando Teresa de Mier, o según su nombre completo, José Servando Teresa de Mier y Noriega y Guerra. Este emblemático personaje nació en Monterrey, Nuevo León, el 18 de octubre de 1763 - 1765; ingresó a la orden dominica cuando tenía 16 años. Sacerdote liberal y escritor de numerosos tratados en el contexto de la independencia, estudió filosofía y teología, y obtuvo el doctorado a los 27 años.
Fray Servando se distinguió como predicador de la fe católica y como político que, desde su cargo como diputado, promulgó la independencia de la Nueva España. Sin embargo, aquel 12 de diciembre de 1794, marcaría su destino para la posteridad.
Durante los festejos del aniversario número 263 de la manifestación mariana de la virgen de Guadalupe, en presencia del virrey Miguel de la Grúa Talamanca, del arzobispo Alonso Nuñez de Haro y Peralta, y varios miembros de la Real Audiencia de Nueva España, dijo las siguientes palabras:
"Guadalupe no está pintada en la tilma de Juan Diego sino en la capa de Santo Tomé (conocido por los indios como Quetzalcoatl) y apóstol de este reino. Mil setecientos cincuenta años antes del presente, la imagen de Nuestra señora de Guadalupe ya era muy célebre y adorada por los indios aztecas que eran cristianos, en la cima plana de esta sierra del Tenayuca, donde le erigió templo y la colocó Santo Tomé. Yo haré ver que la historia de Guadalupe incluye y contiene la historia de la antigua Tonantzin, con su pelo y su lana, lo que no se ha advertido por estar su historia dispersa en los escritores de las antigüedades mexicanas".
SU PEREGRINAR
En castigo por haber pronunciado el sermón guadalupano, el arzobispo Alonso Núñez de Haro condenó a Teresa de Mier a diez años de exilio en el convento dominico de Las Caldas, actual Cantabria, España. Además, se le prohibió a perpetuidad el ejercicio de la enseñanza, la enunciación de sermones o la realización de confesiones. Igualmente, fue despojado de su grado de doctor. A partir del l7 de junio de 1795 vivió su exilio en Europa, donde fue perseguido innumerables veces logrando escapar siempre de sus captores.
Fue en Cádiz que se relacionó con la familia del destituido virrey José de Iturrigaray, que le encargó la defensa de su gestión en Nueva España, poniendo a su disposición documentos y recursos, esto le ayudó a trasladarse a Londres en octubre de 1811, para escapar del acoso español.
En Londres, gracias a su amistad con los americanos allí refugiados, completó la defensa de Iturrigaray, la cual tituló “Historia de la revolución de Nueva España, antiguamente Anáhuac o verdadero origen y causas de ella. La Historia se publicó en noviembre de 1813 en Londres, y la firmó como "José Guerra", el apellido de su madre. Posteriormente continuo con sus escritos discutiendo sus posiciones americanistas, pero también desarrollando una amplia actividad como traductor y editor, entre otras obras de la “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”, libro publicado en 1552 por el fraile dominico español Bartolomé de las Casas, “La Representación de la Diputación Americana ante las Cortes”, y algunos otros textos de sus amigos americanos.
Su estancia en Londres duró hasta mayo de 1816, por esta fecha regresó a Nueva España en compañía del historiador y político novohispano, Lucas Alamán, a quien conoció en parís y le permitió hacer amistad con el resto de enviados de las “Juntas Insurgentes” que se estaban formando en las provincias de América. Su encuentro con el famoso guerrillero Francisco Javier Mina, que llegó a Londres en mayo de 1815, lo llevó a incorporarse a la expedición por la independencia mexicana que se estaba preparando, misma que zarpó de Liverpool el 15 de mayo de 1816.
Tras una larguísima travesía, retardada por los vientos contrarios, le permitió conocer más a fondo los ideales de Javier Mina, llegaron ambos a Baltimore el día 1 de julio, para dar comienzo a una extraordinaria aventura militar: La “preparación y el desarrollo de una división auxiliar del congreso de México”, desembarcaron en Soto la Marina el 21 de abril de 1817, dispuestos a integrarse y participar en la estrategia insurgente mexicana. La expedición de Mina, tras una campaña de ocho meses de duración en tierras del Bajío (Michoacán y Guanajuato), acabó en fracaso, y fray Servando, que había permanecido algún tiempo defendiendo el fuerte de Soto la Marina, cayó prisionero a finales de junio de 1817.
Conducido a las cárceles de la Inquisición en la Ciudad de México, permaneció en ellas tres años, ahí le permitió escribir la “Apología y Relación de lo ocurrido en Europa hasta octubre de 1805”, posteriormente conocida como “Memorias”, y la continuación de estas memorias con el título de “Manifiesto apologético”. El 30 de mayo de 1820, cuando se volvió a proclamar la Constitución de Cádiz, se le trasladó a la cárcel de Corte en México y el mes de julio fue enviado a Veracruz y San Juan de Ulúa, camino de España, porque el virrey había decidido desterrarlo sin cargos a la Península.
EL FIN DE SU PEREGRINAR
Algunos estudiosos de su vida no ven a Fray Servando Teresa de Mier, como personaje histórico. Lo que les fascinaba era su fantasía, su inventiva, y desde luego la originalidad, las andanzas y los peligros de su azarosa existencia: el haber dado «la vuelta al Mundo en ochenta prisiones», el ser el rey de la evasión de cárceles eclesiásticas. En realidad, el mismo Mier contribuyó mucho a ese estatuto de icono, y éste ha perjudicado enormemente su reputación de hombre de carne y hueso y de patriota que también merece atención.
Fray Servando Teresa de Mier falleció el 3 de diciembre de 1827, fue enterrado con honores en la cripta del antiguo convento de Santo Domingo de la ciudad de México. Mas adelante su cuerpo fue exhumado y encontrado momificado. Su momia y las de otras doce personas fueron exhibidas como víctimas de la inquisición. Se tienen testimonios que fueron vendidas a un italiano y expuestas en un circo. Se desconoce el paradero de sus restos, aunque se cree que están expuestos en una de las 365 capillas ubicadas en la zona de Cholula en Puebla. Su nombre está escrito en letras de oro de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en San Lázaro, Ciudad de México.
Escucha el podcast “Páginas de nuestra historia” y conoce más sobre Fray Servando Teresa de Mier.
Créditos del audio
Guion: área creativa del CECOM (Centro de Comunicación).
Locución: Mayra Salmerón, Arnulfo López, César Ávalos Guitar, Mauricio Carrillo.
Corrección de estilo: Xchel Aurora P. Palafox y Aurora Palafox León.
Logística en redes y apoyo técnico: Jairo León Pérez Palafox.
Realización: Juan Manuel Pérez Guzmán para radio UJAT 107.3 F. M. de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Si te gusta la historia y deseas saber más de este ilustre mexicano te dejamos los siguientes enlaces. ¡Vive la historia de México!
https://journals.openedition.org/caravelle/203
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/lecturas/T2/LHMT2_002.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Servando_Teresa_de_Mier
https://www.mexicodesconocido.com.mx/fray-servando-teresa-de-mier.html