Sabemos por los estudios esotéricos que vamos realizando sobre las energías de los siete rayos, que nuestro universo es septenario. Además, no podemos comprender el significado profundo de la creación si no tenemos presente que existen siete planos de manifestación en la vida del Logos.
Toda respuesta esotérica nos vendrá siempre aplicando la ley de analogía entre el macro y el microcosmos, sin olvidar que el reino humano, el cuarto, y todo cuanto ocupe el cuarto lugar dentro de cualquier septenario en esta etapa evolutiva, tiene una importancia capital porqué hace de intermediario entre Espíritu y materia.
.