Para que un grupo pueda dedicarse al servicio e iniociar alguna actividad concreta como puede ser la curación esotérica, es precisa la integración de sus miembros en todos los niveles posibles, personales y espirituales.
Deben imponerse ciertas disciplinas sobre sus personalidades y especialmente, si todavía son aspirantes tendrán que cultivar la impersonalidad, pues sin este requisito no es posible la integración ni llevar a cabo el servicio propuesto. Cada miembro del grupo debe demostrar la total inofensividad a fin de que nada personal pueda interferir en el servicio grupal que deben llevar a cabo.
Un grupo verdaderamente esotérico es un grupo de almas fusionadas trabajando y sirviendo como una Unidad.
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