Después de viajar toda la noche desde Ucrania, justo en el día en el que Rusia incrementó su ofensiva sobre el país que ha invadido, Lydia Cacho, periodista mexicana a quien las mafias han intentado asesinar en varias ocasiones y a la que han torturado por su reporterismo de investigación, se sienta ante nuestros micrófonos para hablar de periodismo y de la vida.
Impresiona escuchar a una mujer que aún siente que tiene que pedir perdón por estar viva y a quien se juzga permanentemente a pesar de haber destapado redes de prostitución y trata de mujeres que han salvado muchas vidas.
Necesitamos muchas Lydias Cacho y necesitamos, además, empresas periodísticas que apuesten por la verdad, simplemente.